¿A dónde quieres ir? ¿Tienes visión?
Te acaban de ascender, y por primera vez tienes responsabilidad sobre un área de la organización. ¡Siempre has querido hacer cosas! ¡Ahora ya no hay excusa!
¿Qué quieres conseguir con tu nuevo equipo? ¿A dónde lo quieres llevar? ¿Cuántas veces has pensado lo que harías si en tu mano estuvieran las cosas? Ahora es tu turno de cambiar el mundo, aunque sólo sea un poquito.Todo es nuevo.
No te precipites al empezar. Pregunta, escucha, observa, analiza y reflexiona. Tómate un tiempo para tener un conocimiento profundo y objetivo del punto de partida. Dibuja con claridad y precisión la meta que debe alcanzarse. Desafíala. Obsérvala. ¿Te la crees?
Bien, ahora véndesela al equipo, despierta su interés, y para asegurarte de que asumen el proyecto como propio, involúcralos en el diseño del camino entre el punto de partida y la meta.
Una vez establecido el plan, éste debe ser estable e inamovible, a menos que se detecten derivas importantes. No pierdas de vista el faro en el horizonte. Esquiva los obstáculos sin perder la meta: Tu credibilidad como gestor es inversamente proporcional a los bandazos que des.
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