Trabajo reactivo vs. trabajo proactivo

Si tienes un puesto de responsabilidad, es para marcar la pauta tú.

¿Cuánto tiempo dedicas a chatear contestando correos electrónicos? ¿Cuánto tiempo dedicas a contestar llamadas? ¿Y a las interrupciones que entran en tu despacho? ¿Estás haciendo lo que tú tienes que hacer o te dedicas a trabajar de forma refleja respondiendo a estímulos externos? ¿Cuánto tiempo seguido puedes trabajar sin interrupción? ¿Horas o minutos?

Si sólo atiendes lo que otros quieren que hagas, sólo usas la espina dorsal, ese circuito neuronal que contesta con una tosca patada a un golpe en la rodilla.

No valen excusas: ¡Usa el córtex! ¡Te pagan por ello! ¡Construye! ¡Vertebra! ¡Descuelga el teléfono! ¡Cierra la puerta! ¡Piensa!

Diseña el mundo que debes gobernar y luego sal a crearlo.

Comentarios

lafargue ha dicho que…
Hola Kike,

David me acaba de descubrir tu blog. No sabía de su existencia. Ten por seguro que lo voy a leer con avidez, a la par que con la atención necesaria.

En cuanto a esta entrada, te planteo una cuestión: ¿Crees que quedarse a trabajar sistemáticamente fuera de horarios de oficina es equivalente a "pegar ese portazo" que comentas?

En definitiva, se podría establecer la asociación:

- gente que trabaja a gusto cuando no hay nadie más en la oficina = gente creativa (proactiva)

- gente que cumple escrupulosamente el horario de oficina = gente reactiva o también acomodada (dime lo que quieres y yo lo hago, sin más).

Un abrazo.
author ha dicho que…
Hola Jaime,

¡Me halagan tus comentarios! Espero no defraudarte ;-)

Lo que quiero expresar en este post es que ser creativo requiere en general reflexión, y por lo tanto exige cierta quietud (al menos es mi caso).

Cuando muchas personas te reportan, el tiempo que dispones para diseñar tus propias iniciativas se reduce, y por lo tanto es necesario buscarlo activamente, sea dentro o fuera del horario laboral.

No establecería una relación directa entre cumplimiento de horario y creatividad. Hay quien hace 12 horas al día firmando facturas, y quien cumple las ocho en investigación científica.

¡Un abrazo!

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