Posición

Acabo de llegar del cine. He visto una película ambientada en la corte de Enrique VIII, que como bien es sabido tuvo una vida azarosa con eso de intentar dejar un heredero varón.

Pero la película no versaba sobre la persona del rey, sino sobre una familia que con el objetivo de disfrutar de una determinada posición pone a sus dos hijas a tiro del monarca, al que obviamente le falta el tiempo para entrar al trapo.

Con tan sólo poner carne de su sangre a la disposición de su majestad, los progenitores de las muchachas empiezan a disfrutar de ciertos privilegios como residencia y ocupación en la corte, cambios sostenidos por el azar futuro de que alguna de las dos hijas tenga un hijo varón en condiciones legales de convertirse en el futuro rey.

Como está escrito en la Historia, la cosa sale mal: La primera esposa y reina de Inglaterra ve su matrimonio anulado, para lo que Inglaterra rompe las relaciones con Roma; y de la familia Bolena que disfrutaba de una sosegada vida en el campo, el que no acaba decapitado muere en la miseria o es desterrado. Todo por la posición.

El problema es que para algunos, esto sigue ocurriendo en la actualidad. Padres y madres que sacrifican a sus hijos y parejas por una posición. Ahora no se trata de rebanar cuellos, pero si de abandonarlos sentimentalmente por la dedicación absorta hacia una experiencia laboral que se convierte en la única razón de ser de la persona que desempeña una función.



Esto es más cierto si cabe en directivos, que seducidos por una posición social (cargo) y económica (sueldos generosos), hipotecan el presente que nunca volverá.

Hay que elegir, sabiendo que no puedes tenerlo todo. ¿Cuál es tu razón de vivir? ¿Existe equilibrio en tu proyecto trascendente? ¿Qué importancia le das a tu rol en la oficina fuera de ella? ¿Cuánto participa en tu autoestima como persona tus logros laborales? ¿Cómo defines éxito?

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