Te apreciarán por el Olor de tus calcetines

Si. Son mis calcetines. Todo el mundo los mira. Hace tiempo incorporé a mi kit de superviviencia unos gorros, pero a pesar de todas sus bondades tienen algunas serias limitaciones, a saber:
- no los puedes llevar por el pasillo. Es mejor no salir del despacho con ellos.
- Cuando los llevas, la gente te mira altiva.

La ventaja del calcetín multicolor es que puedes pasearte con ellos, son discretos, y cuando alguien se acerca para hablarte te subes los camales, e irremediablemente agacha la cabeza en signo de sumisión. Es perfecto. Además, es un inocente acto de rebeldía que puede dejarse ver o no a voluntad, de forma más sencilla que el tanga de leopardo. Y con traje causan furor (A algunos, furia).

Si. Son mis calcetines, tengo un montón de estos. Y me los acabo de quitar. Huelen tan mal como sospechas. ¿Y qué hacen unos calcetines en un Blog de gestión? Mucho. Y de hecho, el hecho de que una prenda tan antigua ocupe ahora mismo tu pantalla tan moderna es un contraste que deseo forzar.

En la era de las incipientes tecnologías de la información (ni Dios sabe lo queda por recorrer en este campo), muchas veces pasamos horas interactuando con los que nos rodean a través del e-mail. Esta interacción se practica tanto con los que tenemos a 3000 kilómetros como con los que tenemos a tres metros.

La comunicación escrita tiene varias ventajas. Para empezar, uno tiene la oportunidad de revisar lo que dice (oportunidad que muchos dilapidan, pero eso merece otra entrada en el blog).
Por otra parte, uno deja constancia de lo que ha dicho. El que deja las cosas por escrito es de fiar, tiene palabra, pues no puede retrotraerse de lo dicho. Conocerás a algunos jefes se caracterizan precisamente por no escribir estrictamente nada.
Por último y no menos importante, lo escrito permite realizar un seguimiento del devenir de los asuntos tratados. Algo fundamental.

Pero muchas veces mal-utilizamos el formato ASCII para tratar temas que se resuelven en 2 minutos hablando. Y para hablar, amigo, hay que mover los calcetines.

Un jefe que tuve al que nunca agradeceré lo suficiente cuanto me enseñó, me dijo que "en la empresa, pesan más las relaciones informales que las formales". Qué verdad más poderosa: Uno consigue más cosas de alguien con quien se lleva estupendamente que de aquel que por posición le debe servicio.

Las relaciones informales se cultivan (y se destrozan) con el contacto Humano. Tengo un amigo que conoció a su novia por Internet, pero por mucho que le insistí, no se conformó por pasarla por el test de Turing. Hasta que no validó la candidata por el método tradicional no se le antojó quedársela para siempre.

Paseate. Anda. Sube y baja escaleritas en tu torre corporativa. ¡El ejercicio es una cosa loca sanísima! ¡Da los buenos días! ¿Y cómo llevas el tema este, te dará tiempo a terminar en fecha? Cuenta un chiste. Pregunta por su padre. Tenemos que apretar con este proyecto porque si no nos canean ¿Y el niño? ¡Ah! ¿Has estado de viaje? ¡Vaya! ¡Manda unas fotos! ¿Te vienes al partido de basket de esta tarde? ¿Qué quién se ha liado con quién? ¡No jodas!

Enseña tus calcetines. Déjales ver mundo. Y cuando llegues a casa, asegúrate de que apestan, de que los has pateado, y de que han cumplido su misión social fundamental.

Comentarios

Kiiro ha dicho que…
gorros, calcetines...

...eres mejor que Pandora!

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