Da, sin esperar nada a cambio
Dependiendo de tus reflejos, de tu estado fundamental, habrás interpretado una cosa o la contraria al leer este impertinente slogan. Nos detendremos otro día en el asunto de los reflejos, hoy me interesa mucho más el binomio esfuerzo-resarcimiento. Exploremos el universo de posibilidades. En un primer momento, este enunciado puede tufar a leitmotiv de un adicto al trabajo que persigue la consagración en la entrega a su actividad profesional ¿verdad? A fin de cuentas, qué puede esperarse del diario de un Jefe Novato que no sea servir de soporte para la difusión de reflexiones necesariamente sospechosas de incondicional “actitud proempresa”. Bien, concedo que es una forma de verlo. Ya que estamos, podemos enfocarlo incluso con mayor dramatismo, interpretándolo como la forma de genuina abnegación característica del derrotado, que ha hecho votos de sufrimiento irrevocables para sobrellevar una existencia laboral y personal que se le ha escapado de las manos hasta el punto de no saber ya si